El Modelo Educativo que está comenzando a implementarse en el Instituto Profesional INCACEA, se sustenta en una visión holística del proceso de formación, lo cual implica en primer lugar, un reconocimiento de las características socioculturales y socioeconómicas del alumnado que accede a la Institución, los cuales ingresan con notorias deficiencias formativas, de conocimientos, socio-valóricas y de competencias básicas en cuanto a comprensión lectora, resolución de problemas, análisis y síntesis entre otras; factores externos que deben ser considerados ya que pueden afectar el logro de los objetivos fundamentales establecidos en la declaración de misión y propósitos institucionales.

El Modelo Educativo Institucional tiene como tarea fundamental orientar el quehacer académico hacia el desarrollo de las competencias generales necesarias para el adecuado desempeño laboral de los Técnicos y Profesionales que se formarán en vista a las necesidades del sector productivo y de servicios, entregando con ello respuestas eficientes y eficaces a las exigencias del mundo actual, donde la formación para el trabajo juega un rol preponderante como factor de desarrollo. Lo anterior sin dejar de lado la entrega de conocimientos, y desarrollo de aspectos formativos en cuanto a la responsabilidad, disciplina, autonomía y creatividad deseables en todo trabajador cualquiera sea su área de desempeño laboral.

Los principios que sustentan el Modelo Educativo tienen relación con:
a. Aprender haciendo.
b. Trabajo Colaborativo.
c. Respeto a las personas y actitud de tolerancia a la diversidad.
d. Capacidad de adoptar y asumir innovaciones tecnológicas.
e. Comportamiento fundamentado en la ética.
f. Cultura del trabajo y la exigencia.

El modelo Educativo del INCACEA se sustenta en cinco procesos claves:

1. Planificación Curricular.
2. Planificación de recursos de apoyo a la docencia.
3. Progresión y logro de los estudiantes.
4. Desarrollo del cuerpo Docente.
5. Aseguramiento de la calidad (como un criterio de carácter transversal)

Es importante indicar que el centro del modelo educativo del instituto está en el “aprendizaje del estudiante”, orientando el quehacer pedagógico hacia el logro y desarrollo de aprendizajes significativos, a través de la articulación entre la teoría y la práctica en todo el proceso educativo. El proceso de enseñanza – aprendizaje que se lleva a cabo en cada uno de los proyectos formativos, reconoce la experiencia previa del estudiante como facilitadora de la participación y transformación, donde se recrea la realidad vivida por el estudiante, donde se genera el espacio para hacer consciente la experiencia y el aprendizaje.

Los contenidos a enseñar, se organizarán de lo simple a lo complejo y de lo concreto a lo abstracto. Estos contenidos deben estar centrados en que el estudiante conozca jerárquicamente aquellas materias que le serán de utilidad básica y fundamental para el desempeño profesional y técnico y aquellas materias que complementarán el conocimiento de principios y técnicas.
Estos aprendizajes teóricos y prácticos metodológicamente serán llevados a fundamentar el desarrollo de competencias laborales; no se busca formar un mero hacedor o aplicador de técnicas y procedimientos sino que un futuro profesional y/o técnico que hace sabiendo lo que hace y por qué lo hace y cómo puede aplicar estas competencias en distintos ámbitos y mundos laborales.